El género de conducción en su vertiente arcade sigue vigente pese al rápido auge de los grandes simuladores actuales, pues a nivel de usuario ofrecen diversión rápida y accesible mientras que libran a los desarroladores de los problemas que implica plasmar en un videojuego vehículos y escenarios existentes en el mundo real. Posiblemente en esto debieron pensar los responsables de Horizon Chase Turbo cuando desarrollaron el título que ahora me dispongo a analizar.
Mejorando una propuesta anterior
Horizon Chase Turbo es la “versión extendida” de un título creado para dispositivos móviles en 2015. Un arcade de conducción de estilo clásico que, como es obvio, no ofrece la más mínima pizca de realismo en su propuesta, tanto a nivel técnico como jugable. Su propia habilidad a los mandos, sumada a determinadas ayudas que hay que emplear con criterio para no quedarse tirados en mitad de carrera, es todo lo que el jugador necesita para alzarse con la victoria.
El juego cuenta con una notable cantidad de vehículos, todos claramente inspirados en modelos reales pero sin licencia alguna. Cada uno cuenta con cinco características principales: velocidad máxima, aceleración, manejo, gasolina y nitro. En conjunto guardan un muy buen equilibrio entre ellos y queda en manos del usuario descubrir cuál se adapta mejor a su manera de jugar.
En lo tocante a los circuitos, el juego ofrece una enorme variedad de rectas, curvas y cambios de rasante que a menudo no pondrán las cosas fáciles. Sobre todo a medida que avanzamos y los vehículos mejoran sus prestaciones para que seamos capaces de afrontar unas carreras cada vez más frenéticas.
Un poco de estrategia
Antes hablé de ayudas y su buen uso. La más importante es la gasolina, ya que sin ella va a ser difícil que podamos movernos. Y dado que el depósito de nuestro vehículo se vacía a medida que recorremos el circuito, toca estar atentos para no dejar atrás los bidones repartidos en puntos concretos cuando los necesitemos.
El otro elemento que nos será de utilidad son las monedas que podremos recoger en muchas de las carreras. Las hay de dos clases. Las primeras, de color anaranjado, sirven para alcanzar una determinada puntuación y, con ello, diversas recompensas en función del modo del juego en el que estemos. Las segundas, de color rosáceo, nos darán un nitro adicional si somos capaces de cogerlas todas.
Amplia variedad de modos de juego
Horizon Chase Turbo cuenta con varios modos de juego. El principal es el llamado Campañas, del que hablaré a continuación en detalle. Zona de juego ofrece cada dos semanas una serie de eventos de cinco carreras en los que, en ciertas ocasiones, recibiremos como premio apariencias nuevas para determinados vehículos. Torneo, donde disputaremos rondas en busca de la mayor puntuación y finalmente, una vez completemos el modo principal, el modo Resistencia que, como su nombre indica, nos desafía a recorrer un amplio número de pistas de manera ininterrumpida.
El mencionado modo Campañas consta de una propuesta base, World Tour, la cual nos invita a recorrer un total de doce zonas del planeta con sus correspondientes circuitos. Rookie Series, la primera de las varias expansiones que el título ha recibido es, en esencia, el mismo modo World Tour pero adaptado para aquellos menos diestros en el manejo de los vehículos mientras que Summer Vibes brinda la oportunidad de recorrer trazados ambientados en el periodo veraniego, en lo que es sin duda un claro homenaje a OutRun, el clásico de Sega de finales de los 80.
¡Incluso Fórmula 1!
Más recientemente llegó Senna Forever, la primera (y única) gran expansión de pago de Horizon Chase Turbo, que nos pone en la piel del fallecido piloto para participar en carreras de bólidos de Fórmula 1. Senna Forever no se queda en la representación virtual, siempre respetando el estilo gráfico del juego, de la leyenda brasileña pues ofrece dos modos de juego nuevos, Trayectoria y Campeonato, junto a una amplia gama de coches F1 con sus propias características.
En Trayectoria seguimos los pasos de Ayrton Senna en su camino hacia lo más alto desde un equipo humilde. Consta de cinco episodios, cada uno con un determinado número de carreras que cuentan con retos adicionales. Campeonato es similar a Resistencia, y ofrece una serie de pruebas aleatorias con el objetivo de terminar en primer lugar en cada una de las tres categorías que iremos desbloqueando.
Senna Forever trae también novedades en la jugabilidad, limitadas eso sí a la propia expansión. Además de los vehículos, podremos elegir antes de cada carrera el tipo de configuración que queremos utilizar. De este modo, en base a nuestra selección, mejoraremos la velocidad punta, el agarre o la capacidad de combustible. También es posible disfrutar de la competición desde una vista en primera persona que aumenta aún más si cabe la ya de por sí intensa sensación de velocidad.
Minimalismo visual y mucha, mucha velocidad
Horizon Chase Turbo hace gala en su apartado gráfico de una apariencia minimalista en todos sus elementos, aplicando el detalle justo y, muy importante en esta clase de juegos, sin ninguna ralentización. Tampoco se han representado daños ni en vehículos ni en el entorno. Y en cuanto al sonido, encontramos los efectos típicos del género unidos a una buena banda sonora que añade cierta tensión a las carreras.
VALORACIÓN OBJETIVA
Que su aspecto no os engañe: Horizon Chase Turbo es un muy buen juego de carreras arcade, con mucho contenido y un sistema de juego sencillo pero perfectamente implementado. No será la mejor muestra en cuanto a potencia gráfica pero desde luego está, por sus características, a la altura de muchos grandes tanto de antaño como de tiempos más actuales.
VALORACIÓN PERSONAL
Llevaba mucho tiempo sin engancharme a un juego de conducción. Algo insólito, teniendo en cuenta que en tiempos fue mi género favorito, pero la proliferación de simuladores y la falta de títulos de este tipo me apartaron poco a poco de él. Por fortuna, propuestas como la que me ha ofrecido Horizon Chase Turbo me devuelven la fe al permitirme disfrutar de las carreras como no lo hacía desde los buenos tiempos de los arcades recreativos.
