Todos los sistemas de videojuegos cuentan entre sus respectivos catálogos con joyas que a veces, como fue en mi caso, llegan por mera casualidad, pues no sabía nada de este Purple Saturn Day antes de comprarlo, como hice con tantos otros títulos, en un kiosco de prensa cercano a mi casa. Acabaría resultando ser una enorme y grata sorpresa cuando lo puse en mi Amstrad CPC y comencé a jugar. Hoy analizo para vosotros lo que este gran juego ofrece, que ya os adelanto es mucho y muy bueno…
Purple Saturn Day nos sitúa en un torneo que tiene lugar en el planeta Saturno una vez al año y en el cuál compiten entre sí un total de ocho especies, entre ellas la humana, que es la que encarnamos. Cada una de las especies cuenta con los siguientes atributos: Agilidad, Fluido Mental, Agresión, Fluido Temporal, Tamaño y Vista, cuyos valores varían entre ellas. Esto hace que, dependiendo del rival con el que nos veamos emparejados, cada prueba pueda ser más o menos complicada de ganar. Además, todos los competidores evolucionarán tras cada torneo, viendo aumentado o disminuido el valor de sus atributos en función de su actuación, lo que le añade un plus de rejugabilidad bastante importante. A continuación describiré las pruebas a las que tenemos que enfrentarnos…

Ring Pursuit (Maestro del Espacio): la primera de las pruebas consiste en una carrera a una vuelta alrededor del planeta. Situados dentro del plano de los anillos, compuestos como muchos sabréis por millones de trozos de hielo, debemos guiar nuestra nave esquivando todos los obstáculos que nos salgan al paso mientras tratamos de no ser adelantados por nuestro rival. Pero el hielo no será nuestro único problema porque también nos toparemos con pedazos de chatarra espacial que habrá que pasar por un lado concreto para poder puntuar, haciendo más difícil todavía si cabe conseguir la victoria en la prueba.

Tronic Slider (Maestro de la Energía): en esta segunda prueba que, como todas, jugamos desde una vista en primera persona, nuestro cometido es perseguir a una bola de energía, hacerla pedazos y recoger estos para cargar nuestra nave. La esfera, una vez destruida, volverá a aparecer en otro punto del tablero una y otra vez hasta que finalice la prueba.
Podremos movernos libremente a lo largo y ancho de la superficie plana sobre la que nos situamos, girando noventa grados o incluso dando media vuelta para no perder de vista la mencionada bola y a nuestro adversario, que hará lo que esté en su mano para entorpecer nuestra labor. Es importante estar muy atento y no despistarse en ningún momento porque ello puede significar la derrota.

Brain Bowler (Maestro de las Ondas Mentales): el objetivo es activar nuestro hemisferio antes de lo que haga el rival. Para ello hemos de conducir las cargas de electricidad a través de los circuitos hasta que iluminen uno de los dos condensadores, momento en el que habrá que tomar la carga y colocarla en las memorias. Estas necesitarán de dos cargas cada una para ser activadas y será en este punto en el que habrá que tener cuidado porque la primera será vulnerable y puede ser eliminada por nuestro oponente, si bien es cierto que también nosotros podremos (y deberemos) hacer lo propio con las suyas.

Time Jump (Maestro del Tiempo): finalmente, en la última de las cuatro pruebas el objetivo es recoger suficiente energía para ser catapultados hacia adelante en el tiempo. Para ello tendremos que disparar a unos objetos que surgen en varias oleadas desde lo que sería nuestra espalda y que se desplazarán hacia el fondo hasta desparecer. Cuántos más de estos objetos destruyamos, mayor será el salto final…
Este salto se representa con una imagen de considerable tamaño que, dependiendo de cuánta energía hayamos sido capaces de capturar, sufrirá una metamorfosis más o menos larga a la vez que aumenta nuestra puntuación final. Una vez finalizadas todas las pruebas se nos mostrarán los resultados y los participantes con más puntuación pasarán a la siguiente ronda, debiendo completar de nuevo el ciclo de pruebas.
Purple Saturn Day es, en su versión para Amstrad CPC, sin duda uno de los mejores juegos a nivel técnico que se pueden encontrar en el catálogo de dicha máquina. Personalmente, me sigue sorprendiendo a día de hoy que su equipo de desarrollo lograra plasmar algo así en un sistema de 8 bits, pues muy pocas veces he visto un nivel de detalle tan grande sin que el juego muestre la más mínima ralentización en su movimiento.

En lo sonoro, los diversos efectos pueden considerarse buenos dada las limitaciones de este apartado en los sistemas de esta clase. Yo definiría Purple Saturn Day como un juego largo y difícil en muchos momentos, pero sumamente satisfactorio. Es, como dije al principio, una joya dentro de la vasta cantidad de títulos que existen para Amstrad CPC, que es la versión que he analizado y la única que conozco bien.
Se me hace complicado encontrarle defectos pero tal vez uno de ellos sea que parte de su longevidad se deba al hecho de tener que cargar cada prueba por separado, algo especialmente tedioso en la versión original de cinta de cassette. Por fortuna existe versión de disco, mucho más rápida en sus transiciones, y que aún podemos acelerar más con una adecuada configuración en emulador.
Definitivamente, tanto si sois o fuisteis alguna vez poseedores de un Amstrad CPC y no conocíais este juego como si nunca habéis tocado un sistema de esta época, os invito a hacerlo porque nunca es tarde para descubrir títulos de semejante calibre…
