Spirit of the North Logo

Dice el refranero que una imagen vale más que mil palabras, si bien el contexto en el que esta se muestre puede variar, y mucho, su mensaje. Contar historias en imágenes es algo que sabe hacer muy bien este medio que son los videojuegos, y este Spirit of the North es un buen ejemplo. En él se nos narra el periplo de un zorro que, siguiendo la llamada de su destino, debe enfrentarse a múltiples retos con el objetivo de poner fin a una antigua amenaza que tiempo atrás acabó con la humanidad.

Este juego, que yo he podido disfrutar en PlayStation 5, nos presenta una tranquila aventura de puzzles y plataformas dividida en varios niveles o capítulos que nos lleva por diversos escenarios que cuentan, no obstante, con un elemento común: la soledad, solo atenuada por la presencia del espíritu de otro zorro que se convierte en nuestro guía.

Dicha criatura, sea en forma de animal o de esfera de energía, nos va mostrando el camino a seguir, además de darnos pistas sobre qué debemos hacer en cada momento. También nos ayudará a encontrar los murales de piedra que narran los acontecimientos previos y, a modo de desafío adicional con el que desbloquear nuevas apariencias para el protagonista, báculos pertenecientes a antiguos chamanes cuyos cadáveres no suelen estar lejos de los mismos y a los cuales liberaremos de su penar eterno si se los dejamos al lado. Algún cuerpo está bastante escondido pero el brillo de la vara nos dirá, según sea su intensidad, si nos estamos acercando a él o no.

En Spirit of the North nuestro personaje no podrá morir por fallar un salto y caer al fondo o al ser arrastrado por la corriente de un río. Tampoco al hacer frente al que es el único “enemigo” que veremos durante el juego: una especie de planta que contamina todo lo que toca y que debemos destruir gracias a la luz que nuestro compañero nos otorga al poco de comenzar el juego. Otras habilidades como la de hacer un uso temporal del espíritu o desplazarnos unos metros de manera instantánea las iremos obteniendo a lo largo de la aventura.

Spirit of the North hace uso del motor Unreal Engine de un modo algo irregular dado que, mientras elementos como la vegetación, el terreno rocoso y las ruinas antiguas lucen muy bien, otros como la nieve (y en concreto el rastro que dejamos al avanzar por ella) no están tan bien conseguidos, por no mencionar las “costuras” que es posible encontrar en ciertos puntos de algunos escenarios. No dejan de ser pequeños fallos de diseño que no afectan para nada al avance del jugador y es asunto de cada uno el juzgar si molesta o no pero, si os vale de algo mi experiencia, os diré que en mi caso no ha influido para nada.

El juego carece de textos pero también de voces, y tan solo la suave música que nos acompaña será todo lo que escucharemos durante la partida, con lo que no hay mucho que decir al respecto del apartado sonoro más allá de que cumple su cometido sin mayores alardes. Spirit of the North es, como dije al principio, una experiencia de juego relajada con retos que sin ser complejos sí que en algunos momentos nos obligarán a utilizar un poco la cabeza. En el momento de escribir este análisis, el título está disponible en el servicio PlayStation Plus Extra, por lo que aquellos que dispongáis como yo de una suscripción podéis animaros a probarlo y sacar vuestras propias conclusiones. 

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