The Town of Light Logo

La locura se puede definir como una alteración psicológica grave que distorsiona en gran medida la percepción de la realidad de quien la padece, a veces hasta tal extremo que su reversión resulta sumamente compleja y en algunos casos imposible. Y si es así en la actualidad con todo lo que se sabe y se puede hacer en dicho campo, imaginad cómo era su tratamiento hace casi un siglo. Pues bien, de esto último trata The Town of Light, el juego que me dispongo a analizar hoy en el blog. Un título, ya lo adelanto, no apto para personas sensibles a esta temática…

La historia de The Town of Light está basada en un lugar y hechos reales, situándonos a las puertas de un viejo sanatorio mental perdido en la campiña de la Toscana italiana al que Renée, la protagonista, regresa para buscar respuestas sobre el tiempo que pasó años atrás ingresada allí. Durante la investigación descubriremos diversos episodios de la vida de Renée, su relación con otros pacientes y, lo que considero más interesante, cómo se trabajaba en estos sitios, por fortuna ya desaparecidos.

El jugador controla al personaje principal desde una perspectiva en primera persona, por lo que lo que la inmersión tanto en el lugar como en los acontecimientos que viviremos será mayor. El manejo es bastante sencillo, dado que lo que más haremos será desplazarnos de un punto a otro mientras revisamos las diferentes estancias buscando documentación y objetos con los que habrá que resolver algunos puzzles, tampoco muy complejos. Y si bien The Town of Light tiene un arco argumental definido con un único final, en los momentos en los que la protagonista trate de comprender determinados sucesos habremos de elegir entre diferentes opciones o conclusiones sobre lo descubierto, algo que en base a dicha elección hará que el transcurso de la aventura cambie levemente en ciertos puntos.

En lo visual es evidente que no estamos ante una superproducción pero tampoco ante un título del montón. The Town of Light se sitúa en un punto intermedio, más cercano a lo primero que a esto último pues la recreación del viejo sanatorio, su ruinoso estado, su tétrica ambientación a pesar de no hacer uso de la oscuridad en casi ningún momento, todo ello ralla a un muy buen nivel. De Renée apenas veremos sus manos en algunas ocasiones durante la mayor parte del juego pero tanto ella como el resto de personajes que iremos encontrando presentan un acabado más sencillo en comparación con los escenarios, pero suficiente en mi opinión. El conjunto se completa con siniestros dibujos que plasmarán algunos de los acontecimientos narrados.

Por otro lado, si bien la música es algo testimonial en The Town of Light, cuando suena consigue transmitir una profunda melancolía que se suma a la que ya sentimos a medida que vamos descubriendo mucho de lo vivido por Renée y el resto de residentes del sanatorio. Las voces no están en castellano (podemos elegir entre inglés e italiano) pero los subtítulos sí y ello nos ayudará, como es habitual, a seguir el hilo de la historia sin problemas.

The Town of Light es un juego, como dije, no apto para todo el mundo debido a la temática que toca y la representación de esta, plasmada en ciertos momentos de una manera bastante abierta y cruda. De hecho, y sin destripar nada, os contaré que ciertas secuencias me hicieron dudar de seguir jugando en su momento. Por fortuna, pude desfrutar de toda la experiencia aunque no fue siempre algo placentero. Sin embargo, lo que más me gusta de este juego, más allá de la ambientación y la historia, es su valor documental. Gracias al enorme trabajo en este sentido de LKA, estudio responsable de su creación, tenemos algo que es en mi opinión mucho más que un mero pasatiempo, pues nos sirve para aprender más de un pasado casi olvidado y sobre los misterios de la compleja y no siempre bien funcional mente humana.

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