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Street Fighter The Movie: dos juegos, un mismo odio

Si algo he aprendido con el paso de los años es que cuando una mentira se repite hasta la saciedad se acaba convirtiendo en una verdad creída a rajatabla. Lo vemos a diario en nuestro día a día, en mucho de lo que nos dicen los medios y, por supuesto, quienes nos gobiernan. Pero no voy a meterme en política, primero porque no me gusta y segundo porque esto es un blog de videojuegos. No obstante, se puede aplicar el mismo principio a un montón de cosas que, con los años, han quedado fuertemente arraigadas en el pensamiento colectivo de la comunidad. Y una de ellas es la opinión que el grueso de usuarios se formó acerca de Street Fighter The Movie, juego de lucha basado en la película homónima protagonizada por Jean-Claude Van Damme…

Caído en desgracia desde el primer momento

La mayor chapuza de Capcom. Así es como se define y recuerda a Street Fighter The Movie casi 30 años después de su salida. De hecho, mucho tiempo más tarde, incluso la propia Capcom acabaría pidiendo disculpas como si se avergonzara de su desarollo.

Es curioso que lo hiciera con un juego creado tanto tiempo atrás y aún no lo haya hecho, que yo sepa, por los abusos perpetrados durante la generación Xbox 360/PlayStation 3 (modos extra en Resident Evil 5 o personajes como Jill Valentine y Shuma-Gorath en Marvel vs Capcom 3, incluidos en el disco pero solo accesibles previo pago o el final del Asura’s Wrath vía DLC, por citar ejemplos). Es evidente que, quizá por aquello de lavar su imagen, cedieron a la presión social y al buenismo todavía imperantes en la sociedad pero dejaré todo esto de lado para hablar de lo que importa, que es el juego en sí.

No hubo una víctima: fueron dos

O juegos debería decir porque, en efecto, fueron dos versiones las que se hicieron, una para el mercado arcade y otra para dos de los sistemas domésticos de la época: PlayStation y Saturn. Hoy quiero hacer una breve comparativa entre ambas para tratar de descubrir por qué la gente odia tanto esta entrega y entender (y hacer entender a los demás) si realmente merece o no dicho trato…

Sobre la versión arcade

Mortal Kombat, la afamada (y en mi opinión sobrevalorada) saga de lucha de Midway fue sin duda una poderosa influencia a la hora de desarrollar la versión arcade de Street Fighter The Movie. De ahí que el manejo sea un poco diferente al de las anteriores entregas de la saga, que algunos de los ataques vengan acompañados de sangre y que veamos similitudes en escenarios como el que muestra encadenados a dos de los personajes (que varían en función del que utilicemos), en clara referencia al de Mortal Kombat II donde Kano y Sonya están en idéntica situación.

Un juego diferente en consola

Sin embargo, en la versión de consolas sí se respetó la fórmula original, por lo que jugar con esta implica hacerlo de la misma forma que con cualquier otra anterior. No obstante, el añadido visto por vez primera en Super Street Fighter II Turbo, presente también en la recreativa, de la segunda barra con la que efectuar los movimientos especiales hace que se asemeje más a esta que a ninguna otra. Por eso siempre digo que, a pesar de las diferencias existentes a nivel gráfico y de contenido, ambos títulos (The Movie y SSFII Turbo) son, en esencia, el mismo juego.

Un modo clásico y otro “de película”. A grandes rasgos, esto es lo que ofrece la versión doméstica de Street Fighter The Movie, siendo el primero el juego que todos conocemos. Es decir, debemos luchar contra un número determinado de oponentes y vencerlos a todos para disfrutar de una secuencia final distinta para cada personaje.

El segundo es, por así decirlo, el “modo historia” en el que únicamente manejamos a Guile (Van Damme) y tenemos que tratar de llegar a Bison dentro de un tiempo límite derrotando a cuantos rivales nos salgan al paso. Cabe destacar que entre combates hay que elegir qué hacer a continuación y ello nos llevará a un adversario u otro. Estamos, así lo pienso, ante una premisa bastante interesante que se salía de lo habitual en aquellos años. Pero ni siquiera eso ha librado a esta entrega de la mala fama que sigue arrastrando.

Técnicamente notable, al menos en su versión para recreativas

Street Fighter The Movie alcanza, en su versión arcade, una gran calidad visual en la digitalización de los luchadores, con sprites de enorme tamaño y muy bien animados. Por desgracia, esto no se vería reflejado en la de consola, que presenta una reducción significativa en el detalle por culpa de la baja resolución nativa de las máquinas domésticas de la época.

A pesar de ello, los personajes son reconocibles y cuentan con prácticamente las mismas animaciones que vemos en el clásico. No como en la recreativa, que incluye numerosos movimientos nuevos que incluso es posible encadenar en el aire. En cuanto a los escenarios, salvo invenciones como la antes descrita, todos resultarán seguro familiares para quienes han visto la película: el cuartel de las fuerzas armadas de Guile, el campamento de Sagat, la jungla donde está oculta la base de Bison o el interior de la misma, entre otros.

Entre un Mortal Kombat venido a menos y el clásico de siempre

¿Es entonces Street Fighter: The Movie un buen juego o uno malo? Lo cierto es que depende de a qué versión juegues porque, mientras que en el arcade encontramos no solo ciertas diferencias sino una enorme dificultad propiciada por una I.A. sumamente agresiva que no es posible modificar ni trasteando la ROM (y os lo digo porque lo he intentado), jugar a la versión de consola es, como ya he recalcado, hacerlo con el genial y también difícil Super Street Fighter II Turbo dado que la jugabilidad, el manejo y las mecánicas son aspectos idénticos en ambos. De manera que, si bien la primera versión puede calificarse sino de mala tal vez sí de menor calidad, hacer lo propio con la segunda me pareció entonces, y sigue haciéndolo, una terrible injusticia.

Visto lo visto, y siempre dejando a un lado cualquier prejuicio (cosa que muy pocos hacemos), mi opinión es que la culpable de todo sería, en este caso, la versión lanzada para arcade, cuya mala recepción terminaría arrastrando a la doméstica al infierno del odio.

Cuando una mentira se repite a menudo, ya sabemos qué sucede

En consecuencia, y puesto que nadie con la suficiente influencia ha salido (ni lo hará) en defensa de un juego que jamás mereció semejante linchamiento, han pasado como dije al principio casi 30 años y la gente sigue pensando que Street Fighter The Movie es, de lejos, la peor entrega de toda la saga. Puede que por encima de la original incluso.

Pero yo no pienso igual porque, gustos propios aparte, creo haber argumentado suficientes motivos para sacarlas del foso en el que unos y otros las metieron. Tal vez no estén a la altura de los clásicos pero tanto una como la otra cuentan con elementos que confieren personalidad propia y que habría que saber valorar más allá de mantras perpetuados en el tiempo que, así lo pienso, no pocos son los que los repiten solo por quedar bien sin saber siquiera de qué están hablando…

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