Shenmue III

A medida que evolucionamos como individuos, nuestros gustos van cambiando y aquello que tiempo atrás nos emocionó puede ahora no significar nada o, al menos, no tener la misma fuerza de antaño. Si bien durante mi largo idilio con los videojuegos, varios son los títulos o sagas a los que puedo aplicar esto que acabo de decir, en este post voy a ceñirme a una en concreto que en su momento ocupó un lugar privilegiado en mi colección y mis pensamientos. Esa saga es Shenmue, y hoy quiero contaros qué pienso a día de hoy de la obra de Yu Suzuki y por qué la he dejado de lado.

Un concepto nunca antes visto

Cualquiera que lleve en esto unos años conoce en mayor o menor medida lo que es y supuso Shenmue para el mundo del videojuego y quienes tuvimos ya en su época la fortuna de jugarlo y disfrutarlo. Yo fui uno de ellos y, como tantos otros, la huella que dejó en mí fue profunda y no me avergüenza reconocer que el mensaje y la filosofía que el título transmite cambió mi vida, haciéndome aún más paciente, respetuoso y tranquilo de lo que ya lo había sido hasta entonces.

La esperada continuación llegaba al fin

Sin embargo, Shenmue no dejaba de ser un producto por el que se esperaba obtener un beneficio acorde a su coste de desarrollo, cosa que no se produjo y por la cual terminaría en el limbo durante muchos años hasta que su creador, vía Kickstarter, logró resucitar la saga, despertando así la ilusión dormida en quienes nunca perdieron la esperanza de ver continuada la historia de Ryo Hazuki. He de admitir que yo hacía mucho que me había olvidado de ella y ya no esperaba saber nada, por lo que el anuncio de su regreso en aquel mítico E3 de 2015 me sorprendió enormemente.

Su desarrollo llevó más tiempo del esperado y, tras algunos retrasos, Shenmue III vio al fin la luz en 2019 para PC y PlayStation 4, siendo la consola mi plataforma elegida para jugarlo. Mentiría si dijera que no me gustó, pero lo cierto es que no lo hizo en la misma medida que las entregas anteriores debido sobre todo a su menor escala y a, como ya antes comenté, los cambios en mis gustos personales que han hecho de esta clase de juegos algo para mí en lineas generales menos atractivo de lo que lo fueron tiempo atrás.

El futuro más incierto que nunca de una historia inconclusa

Desde entonces nada se ha vuelto a saber de una cuarta entrega que continúe donde lo dejó la anterior dado que, en efecto, la historia no acabó ahí. Y teniendo en cuenta la tibia recepción que tuvo, dudo mucho que algún día se haga realidad porque no creo que el equipo de desarrollo, con Yu Suzuki al frente, quiera volver a sufrir el calvario que supuso la financiación colectiva y tampoco que alguna compañía se decida a poner dinero para llevar a cabo un proyecto que seguramente tendría que cambiar muchas cosas para no sentirse obsoleto a ojos del público general, con el consiguiente malestar de los fans más puristas.

Visto el panorama, el paso de los años y una historia todavía inconclusa me han hecho perder cualquier vínculo afectivo y emocional con la saga hasta el punto de decidir quitarme de encima todo cuanto tuviera relación con ella comenzando por los propios juegos, los cuales vendí hace un tiempo, a lo que le siguió el escaso merchandising, oficial o no, que también llegué a poseer. En consecuencia, a día de hoy no hay rastro alguno de Shenmue en mi colección de juegos o en cualquier otro rincón de mi casa, y casi tampoco en mi mente. Se ha convertido en algo que, dejando de lado esa calidad que atesora y que no discutiré, ya no me transmite nada. En definitiva, si algún día se anuncia Shenmue IV y llega al mercado, tengo muy claro que ahí se va a quedar…

Si te ha gustado este artículo, compártelo 👍🏻
1
0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *