Shinobi Logo

A finales de los 80, una de las marcas más conocidas y afamadas del panorama recreativo era Sega, que antes del juego que hoy protagoniza este análisis ya nos había regalado obras a día de hoy consideradas clásicos como OutRun, Space Harrier o Wonder Boy. Shinobi llegó para refrendar dicha condición al ofrecer una propuesta de acción de gran éxito en la época cuyas virtudes y defectos expondré a continuación.

La historia (o pretexto) que motiva el inicio de la aventura

Shinobi nos mete en el papel de Joe Musashi, un maestro ninja que debe luchar para detener los siniestros planes de una oscura organización terrorista que, además, ha secuestrado a muchos de sus jóvenes aprendices. Estos se hallan repartidos por todas las zonas que componen cada uno de los cinco niveles con los que cuenta el juego, estando la última reservada al jefe de cada nivel.

El arsenal de un maestro ninja

Además de lógicamente desplazarnos en sentido lateral y dar saltos, en ocasiones a gran altura, podremos golpear a los enemigos que nos salgan al paso con puñetazos y patadas o lanzando shurikens (estrellas ninja). No obstante, en casi todas las zonas uno de los aprendices retenidos nos otorgará al rescatarlo una ametralladora que dispara balas explosivas que habilitará el uso de la katana en los ataques cuerpo a cuerpo.

Junto a los ninjas que, como es obvio, no podían faltar en un juego de esta índole, encontraremos entre otros enemigos a hombres armados con cuchillos, pistolas e incluso bazookas. También a los guardianes que custodian a los rehenes, equipados con una gruesa espada de hoja curvada y un amplio escudo que los protege de los shurikens. Todos pueden acabar con el protagonista con un solo golpe.

Su mayor poder

Musashi cuenta, no obstante, con un último recurso para aquellos momentos en los que su vida peligra al verse rodeado de demasiado enemigos: la magia shinobi, que limpiará la zona visible en pantalla de cuantos hubiera cerca y que puede causar a los jefes de nivel un daño serio.

Hay disponibles tres tipos diferentes de magia pero no podremos elegir entre ellos en ningún momento y será el propio juego el que nos asignará uno u otro de manera prefijada al inicio de cada zona. Algo que, a nivel de influencia en el devenir del juego carece de importancia pues el poder que se utilice y su efecto son idénticos en todos.

Tu destreza será recompensada

Shinobi puede jugarse perfectamente de un modo normal pero premiará a los más habilidosos con puntuación adicional si se han cumplido ciertas condiciones al terminar cada zona. Una de ellas es una bonificación de 5.000 puntos, otorgada por no hacer uso de la magia, a la que se puede sumar otra de 20.000 en el caso de haber sido capaces de llegar al final sin efectuar un solo disparo, ya se trate de shurikens o balas. O sea, empleando únicamente ataques cuerpo a cuerpo.

Pero, independientemente de cómo se complete cada nivel, una fase especial nos aguardará con el reto, visto en primera persona, de acabar con todos los ninjas que aparecerán en pantalla y que se irán aproximando velozmente a nosotros. Si uno de ellos lo consigue, la prueba se dará por fallada pero si somos capaces de completarla con éxito, el juego nos premiará con una vida adicional.

Un conjunto técnico notable

Sega hizo un buen trabajo en lineas generales a nivel gráfico con este Shinobi, aunque algunos elementos están más logrados que otros. Escenarios y personajes son variados y perfectamente distinguibles, con unas animaciones que en el caso de los ninjas rozan la excelencia para lo que era habitual en la época. En las fases de bonus, el tamaño y detalle que alcanzan los sprites de los enemigos es igualmente algo fuera de lo común.

En lo sonoro, Shinobi cuenta con una de las bandas sonoras más reconocibles de la historia del videojuego clásico, con piezas breves pero que aportan ese toque épico que Sega sabía dar a sus producciones de entonces. Los efectos empleados también rayan a un buen nivel, aunque no destaquen de la misma forma.

VALORACIÓN OBJETIVA

Shinobi se convirtió en un título que aún hoy sigue teniendo, por méritos propios, un muy amplio número de seguidores. Su manejo, sencillo y dinámico, no implica que avanzar sea un paseo y sus retos, junto al atractivo que siempre desprenden los ninjas y su mundo, es suficiente para convertirlo en un clásico.

Medalla Platino anim.

VALORACIÓN PERSONAL

No me avergüenza decir que este juego supuso mi primer contacto con el mundo de los ninjas y de las artes marciales en general, los cuales me han acompañado durante buena parte de mi vida. Su influencia a nivel personal fue por tanto más allá de lo meramente lúdico y, en cierta manera, me hizo quien soy ahora. Por ello, además de por la propia calidad del juego, es que sigo disfrutando de Shinobi pese a los muchos años que han pasado desde que lo conocí.

Medalla Platino anim.
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