África es, sin duda, un continente mágico. Sus paisajes, civilizaciones, flora y fauna han inspirado a multitud de autores a lo largo del tiempo para ambientar allí sus historias, siendo el caso de la del juego que hoy os traigo. Paradise es, junto al ya analizado Amerzone: The Explorer’s Legacy, uno de los trabajos menos conocidos de Benoit Sokal, si bien no por ello estamos ante un título falto de calidad. Acompañemos juntos a la protagonista en su aventura…
En Paradise, el autor nos pone en la piel de una joven que llega a un lugar perdido en África sin recordar prácticamente nada de su pasado al haber perdido la memoria tras un accidente de avión. Ann Smith, que es cómo comienza a darse a conocer, deberá buscar la forma de volver a casa sin saber que el destino le tenía deparado un largo viaje repleto de peligros junto a una compañía muy especial…

Estamos frente a un juego de mecánica point & click cuyo avance depende de nuestra habilidad para resolver los diversos puzzles que los personajes y la propia historia nos irán proponiendo a lo largo de la partida. No obstante, hay que decir que su resolución entraña a menudo cierta complejidad a causa de la escasez de pistas sobre cuándo o dónde utilizar ciertos objetos pero solamente es cuestión de probar con todo lo que se tenga en el inventario, dado que errar no supone peligro alguno.
Ann no estará del todo sola en su aventura. Como dejé caer antes, tendrá compañía en la forma de un bello leopardo negro que también podremos manejar en determinados momentos, si bien una vez lleguemos a ellos y hayamos utilizado a la bestia por lo menos una vez será posible saltar dichas partes. Y es muy posible que muchos lo hagáis por culpa de un sistema de control al que hay que cogerle el punto y una cámara que, por buscar siempre el mejor ángulo, nos jugará más de una mala pasada si no somos precavidos.

Es momento de pasar a analizar su apartado técnico, comenzando como siempre por lo visual. En Paradise nos moveremos por escenarios pre renderizados que, dependiendo del lugar que atravesemos, se mostrarán por zonas o con un leve scroll si su tamaño abarca más espacio del que la pantalla pueda mostrar. Sin embargo, aquellos en los que controlamos al leopardo serán, al menos durante parte del recorrido, diferentes pues se han realizado en completo 3D, de ahí la posibilidad del movimiento de la cámara. En estos casos el nivel de detalle baja de forma considerable pero son zonas tan breves que no desmerecen el acabado general del conjunto en este sentido.
No ocurre lo mismo con los personajes, sobre todo los principales, que cuentan con un buen nivel de detalle y animación. También el leopardo está logrado en este sentido al menos en lo que se refiere a su avance porque con el giro la cosa deja bastante que desear puesto que no se ha recreado este movimiento. En su lugar se ha optado por hacerlo moverse sobre su propio centro, como un bloque, con lo que el resultado es visiblemente peor. Ello no afecta para nada al desarrollo del juego pero tampoco podemos ignorarlo.

En cuanto al sonido, unas suaves melodías acordes con el ambiente en el que se desarrolla la historia amenizarán nuestro periplo, unido ello a un muy buen doblaje al que, si hay que poner algún “pero”, es el de que en algunos momentos un mismo actor doble a varios secundarios diferentes con idéntica voz. Los textos también están traducidos pero no aparecen en las secuencias de vídeo así que, una vez más, se agradece mucho que el audio también esté en nuestro idioma.
Paradise es, en definitiva, un buen juego dentro de su género que, si habéis disfrutado antes de obras como Syberia, pienso que también os gustará, puesto que podría decirse que son lo mismo. Pero antes de finalizar este análisis hay que hablar de ciertos problemas que, en un primer momento, me hicieron dudar no solo de escribir este artículo sino de incluso terminar el propio juego. Me refiero a fallos en momentos concretos, tales como la no aparición de un personaje vital, que me impedían avanzar.

Estos se daban siempre en los mismos sitios, por lo que en un principio pensé en bugs pero descarté que se tratara de eso ya que, tras insistir cargando la partida guardada varias veces, antes o después la cosa funcionaba y podía continuar. En consecuencia he concluido que lo sucedido es más fácil que tenga que ver con una mala carga asociada a la versión del sistema operativo usado. De todas formas, he creído conveniente advertir sobre esto para que, quienes decidan como yo jugarlo ahora, no piensen que es el juego el que está roto si acaban sufriendo algo parecido…
