GTA VI

GTA VI: seducidos por el mal… otra vez

Esta semana se puso fin a los muchos rumores sobre la nueva entrega de la famosa saga de Rockstar que, desde hace tiempo, han salpicado Internet. GTA VI es real y está previsto que la semana que viene se muestre, lo que de seguro colapsará las muchas páginas que ofrecerán dicha información a sus usuarios. Yo no me encuentro entre ellos y aún sigo sin saber a ciencia cierta qué fuerza impulsa a millones de personas a sumergirse en estos mundos donde el crimen es, hasta donde sé, el único y auténtico protagonista.

Antes de que me vayáis a salir con ello, ya me conozco bien el manido argumento de que jugar a juegos violentos no te hace violento. En consecuencia, ponerse durante un tiempo en la piel de un sanguinario criminal tampoco te convierte en uno. Pero esto solo es cierto en parte porque no todo el mundo tiene la cabeza lo bastante bien amueblada como para saber distinguir entre ficción y realidad.

Lo que me resulta inquietante es que tanta gente se sienta atraída por esta posibilidad y disfrute ejerciendo diversas acciones que, fuera del plano lúdico, no dudarían en calificar como algo aberrante, inmoral e indigno de una sociedad civilizada.

Por otro lado, imagino (o quiero pensarlo al menos) que no se va más allá de robos, secuestros y asesinatos. Es decir, que habrá delitos que no se hayan representado nunca por lo polémico que resultaría su presencia en un producto destinado al ocio, como si los ya nombrados no tuvieran la menor importancia. Ya puestos a hacer el mal… ¿por qué unos sí y otros no?

GTA es un juego de mundo abierto o, como se le llama en el argot, un sandbox. Pero, a diferencia de un RPG como por ejemplo Starfield, el jugador no puede definir al protagonista y, con ello, sus acciones. Que yo sepa, GTA no te da libertad para elegir si quieres delinquir o pasar de largo, y mucho menos para ponerte del lado de los habitualmente buenos que, en esta saga, seguro que no lo son tanto.

Y hago mención a este aspecto porque yo me suelo identificar mucho con el personaje que me hago, y obro en consecuencia. Ello no quiere decir que, en ocasiones, no haya probado el lado oscuro con otro creado ex profeso para esto pero no es algo que me guste hacer. De hecho, y pese a la inmensa cantidad de horas que le he echado a Starfield, aquellas misiones en las que haya que llevar a cabo algo ilegal las evito siempre que puedo.

Está claro que no todos somos iguales ni vemos las cosas del mismo modo pero estremece pensar que, como en mi caso, haya quienes se identifiquen con lo que ofrece GTA y empaticen con sus protagonistas a pesar del camino que van a recorrer. Otros lo verán solo como un mero pasatiempo y no le darán importancia, si bien creo que hay un motivo por encima de todos los demás para que esta saga tenga la fama que tiene…

Y no es otro que, más allá de su calidad técnica y posibilidades jugables, GTA es el juego de moda en lo que a mundos abiertos se refiere del mismo modo que, sin ir más lejos, lo es Call of Duty en su género o FIFA (ahora EA Sports FC) en el fútbol. Rockstar le tiene muy bien cogida la medida a esta clase de títulos y sabe cómo crear un producto de éxito. GTA V, su versión online y Red Dead Redemption II son claros ejemplos de esto.

Por eso, aunque hayan pasado muchos años desde que vieron la luz, no es raro que se sigan vendiendo, ya que son muchos usuarios los que quieren disfrutar del «juego que todos tienen». O eso es lo que ven en las redes o les dicen los colegas y creen a pies juntillas sin pararse a pensar si será o no de su agrado.

Yo sí lo tengo claro y no he estado ni estaré nunca en ese club. Jamás me ha gustado GTA no como juego de mundo abierto sino por su propuesta argumental. Simplemente, no me nace ir haciendo el cafre por ahí, con o sin motivos. Respeto los gustos de otros usuarios pero no dejo de preguntarme si tanta atracción por el mundo criminal que se muestra en la saga no será en cierta medida un reflejo de lo que es realmente esta sociedad

Si te ha gustado este artículo, compártelo 👍🏻
1
0

2 comentarios en «GTA VI: seducidos por el mal… otra vez»

    1. Es que no es fácil de entender o incluso de asimilar sin pensar en la hipocresía que por desgracia reina en prácticamente todos los ámbitos. El caso de GTA VI es solo una muestra más.

      Gracias por pasarte y comentar, Nuria. Saludos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *