Martha is Dead

Oscuro, siniestro y perturbador. Así se podría describir muy brevemente lo que es Martha is Dead, el título que me dispongo a analizar hoy en el blog. Luego comentaré algo al respecto de la supuesta censura que sufre en sus versiones para PlayStation 4 y 5 pero ahora es momento de adentrarnos en lo que sí ofrece, que no es poco…

La muerte que lo inicia todo

Es julio del año 1944. La guerra azota sin piedad la Toscana italiana. En una casa de campo próxima a la villa de San Casciano residen dos gemelas tan idénticas que ni siquiera sus propios padres las pueden distinguir. Todo cambia una mañana en la que una de ellas muere y la otra se hace pasar por la fallecida, iniciando sin pretenderlo un tenebroso viaje sin retorno.

Giulia K. se convierte así en su hermana Martha, a la que todos darán por muerta, lo que desata una serie de acontecimientos que, a su vez, harán aflorar un pasado que parecía olvidado. Como jugadores, nos pondremos en la piel de Giulia y en no pocos momentos tendremos que tomar decisiones cuyas consecuencias tal vez acabemos lamentando.

Dichas decisiones influirán en mayor o menor medida al transcurso de la historia pese a que los hechos fundamentales no cambiarán, aunque sí lo hará su final. Al menos, eso he deducido tras ver los créditos, que apuntan a cuatro desenlaces diferentes. Esto invita a rejugar el título varias veces para, de paso, completar tareas que se nos pudieran pasar con anterioridad.

La pasión de la protagonista por la fotografía

Como Giulia, nos moveremos por la casa y su entorno cercano recogiendo información mientras realizamos diversas actividades, siendo la fotografía la principal de ellas. Sin duda, lo mejor de todo el juego en materia de jugabilidad.

En Martha is Dead no bastará con sacar la cámara y darle a un botón para hacer las fotos. Tendremos además que tenr en cuenta aspectos como la apertura y el enfoque, el tipo de película a utilizar dependiendo de las condiciones del ambiente (si hay mucha o poca luz, interior o exterior, etc) y, por supuesto, del revelado que, eso sí, ha sido simplicado para el juego como bien se avisa durante el tutorial. Por supuesto, todas las imágenes saldrán en tonos sepia, pues no olvidemos que estamos en los años 40.

Durante la partida seremos libres de hacer cuantas fotos queramos aunque imagino que habrá un límite, si bien no sé cuál será porque no he llegado a él, pero solo en aquellas necesarias para avanzar en la trama se nos ayudará a obtener el mejor resultado. Para el resto, lograrlo ya será cosa nuestra.

La riqueza visual de la campiña italiana

Antes mencionaba la fotografía como principal actividad dentro de Martha is Dead. Y no puede negarse que los escenarios, tanto de interior como de exterior, invitan a sacar la cámara por lo bien que están recreados gracias, sobre todo, a un uso de la iluminación que logra dotar de un alto realismo a todos los elementos presentes en cualquier momento del día.

Tiempo tendremos de sobra para admirar todos los detalles incluso durante la acción dado que la protagonista cuenta con un movimiento extremadamente lento al andar. Giulia también podrá correr, algo que no pocos agradecerán, pero tampoco ganará con ello mucha velocidad. De cualquier modo, desplazarse de un punto a otro del pequeño mapa por el que nos moveremos no lleva mucho tiempo y, si no queremos caminar, siempre podremos coger la bici.

En el apartado sonoro, si bien durante la mayor parte del tiempo solo escucharemos el sonido ambiente, cabe destacar una melodía compuesta de sonidos chirriantes, sin orden ni concierto, que amenizará las escenas más perturbadoras y cuya audición acrecenta aún más si cabe la sensación de incomodidad que producen.

Martha is Dead no ha sido doblado al español pero sí traducido. Y no solo en cuanto a los menús y diálogos subtitulados, también en los muchos documentos que encontraremos a lo largo del juego (diario personal, periódicos, cartas…).

Censura suave, sí, pero censura al fin y al cabo

Este punto generó en su momento no poca controversia, y con razón. Como ya expliqué cuando hablé del caso de Succubus, las obras de esta índole deberían llegar siempre íntegras o, al menos, con la posibilidad de dar a elegir si se quieren ver o no aquellas partes más peliagudas. De hecho, el juego en su versión para PlayStation 5, que es la que he jugado yo, la ofrece pero ello no lo libró de la censura en ciertos aspectos.

Al parecer, y esto lo menciono sin mayor conocimiento que el de lo que pude leer entonces, algunos diálogos fueron eliminados y las secuencias más fuertes carecen de una interacción que sí ofrece el juego tanto para Xbox como PC. No es esto algo que me guste pero también es cierto que, al menos en el caso de Martha is Dead, no afecta demasiado a su desarrollo al no cambiar sustancialmente la historia que nos cuenta.

VALORACIÓN OBJETIVA

Martha is Dead evoluciona el concepto plasmado en The Town of Light, el título anterior y el primero de los italianos LKA, que demuestran una vez más su genialidad a la hora de contar historias en las que la demencia, la locura o cualquier otra forma de sufrimiento mental azota tanto al protagonista como a quienes le rodean, consiguiendo a su vez que el jugador participe de la angustia que todos sufren.

VALORACIÓN PERSONAL

Lo tengo muy claro: Martha is Dead no es un juego para todo el mundo. Y no lo digo por su apartado técnico ni por su contenido, sino por lo que este último puede generar en el jugador. En mi caso, una total empatía hacia las protagonistas que se ven por las circunstancias forzadas a actuar como lo hacen aunque no fuera su deseo e intención. Y cuando un videojuego consigue producir en mí ese efecto, no merece menos de lo que le estoy dando.

No ha llegado a emocionarme al nivel de lo que si hizo la saga Syberia y, en especial, su hasta ahora última entrega, pero no le ha faltado mucho…