Y se hizo realidad. En efecto, la hasta ahora conocida como PS5 Slim por su reducido tamaño es oficial y llegará a las tiendas a lo largo de lo que resta de año y el siguiente, siendo los Estados Unidos el primer mercado en el que verá la luz. En este post haré un breve resumen de sus características pero me centraré más en el propio movimiento en sí para discernir si la nueva apuesta de Sony es un acierto o, por contra, una oportunidad perdida…
Esto es lo que se sabe hasta ahora de la que, en adelante, será la PlayStation 5. Para empezar, mantiene su nombre (nada de Slim, como mencioné antes), y se distribuirá como siempre en dos versiones: con y sin lector de discos, si bien este es como se rumoreaba extraíble. Es decir, se puede quitar y poner de la consola a voluntad. También se venderá por separado, a un precio en mi opinión excesivo. Además, contará con algo más de capacidad de almacenamiento.
Su tamaño es menor, tanto en longitud/altura como en grosor, pero no presenta un gran cambio de diseño a excepción de los paneles laterales. Internamente sigue siendo también idéntica al modelo actual, que poco a poco será sustituido por el nuevo a medida que el stock disponible se venda.
A tenor de lo visto parece evidente que en Sony no tienen mucha prisa por dar el salto absoluto a lo digital. O la tienen pero carecen de medios y capacidad necesarios, que también es posible y explicaría por ejemplo por qué no lanzan de inicio sus novedades en Playstation Plus del mismo modo que lo hace Microsoft con Game Pass. Sea como fuere, la compañía japonesa no va a desprenderse del formato físico a corto plazo.
Esto choca fuertemente con sus intenciones de potenciar su servicio online, especialmente todo lo referente a la Nube. En resumen, esta nueva consola simplemente va a sustituir a la anterior.
Así es al menos como yo lo veo aunque, claro esta, lo que pueda decir a este respecto vale poco frente a lo que opinen quienes sí saben de todo este asunto, empezando por los directivos de la propia Sony que conocen mejor que nadie lo que se cuece ahí dentro.
Sin embargo, desde fuera se antoja que Sony debería, tal vez, haber sido más valiente y si bien no adelantarse, sí posicionarse a la altura de su más directa competidora en todo lo referente al mercado digital ofreciendo a sus usuarios esta nueva PS5 única y exclusivamente en su versión digital y la opción, si así lo quieren, de añadir el lector.
En cierto modo es lo que se pretende pero poco ayuda que vaya a venderse en conjunto y lo haga, además, a un precio más económico que comprando consola y lector por separado. Está bien dar opciones pero, como reza el refrán, quien mucho abarca…
Al final, mucho bombo para casi nada porque la única novedad, por llamarla así y más allá de su posible atractivo estético, es la posibilidad de optar o no por el lector de discos. La que, merced a los medios y el boca a boca en las redes, ya será para muchos y durante largo tiempo PS5 Slim no llega para cambiar el mundo. Es solo la evolución lógica y habitual en este mundillo de un hardware que ya tiene tres años y al que le quedan otros tantos antes de que llegue (o no) una próxima generación.
Quiero añadir antes de cerrar este post que ayer supe que Sony va a habilitar a finales de este mes el juego en streaming de algunos títulos de PS5 para usuarios de PlayStation Plus Premium, aunque por ahora dicha posibilidad queda limitada a la propia consola. Es de esperar, pues, que maś adelante se abra el abanico de dispositivos que puedan acceder al servicio, otra cosa que deben mejorar si quieren competir con Xbox en este sentido. Puede que no sea así (cosa que dudo) pero, como ya sucediera primero con los logros/trofeos y después con el propio concepto de servicio de juegos, más pronto que tarde tendrán que subir al mismo tren para no quedarse atrás.
El mundo sigue girando y la industria del videojuego avanza pese a que movimientos como este de Sony con su nueva PS5 no se entiendan bien del todo. Si me interesa este asunto no es porque vaya a hacerme con ella, dado que ya tengo la original y me sobra, pero cada paso que se dé en una u otra dirección marcará seguro el devenir futuro a corto o medio plazo, y una mala elección puede acarrear consecuencias que terminen afectando a los usuarios. Y si como vengo defendiendo desde hace un tiempo (y a las evidencias que pueden verse me remito) este futuro pasa por lo digital y la Nube, la apuesta de Sony no me parece precisamente un acierto.