Este 2022 está siendo un año de cambios en lo que se refiere a mi relación con los videojuegos, a su uso y disfrute, donde entre otras cosas todo aquello que (mal) llamamos retro ha ido poco a poco perdiendo importancia hasta el punto de no despertarme ya el más mínimo interés, por lo cual he tomado la decisión de prescindir de las visitas a aquellos sitios en los que es posible encontrar esta clase de material, lo que incluye por supuesto a los eventos retro…
Aún estaba dispuesto a hacer una excepción, pero no por mí
Tal será el caso de RetroAlacant, que tendrá lugar el próximo día 8 aquí en la capital y al que finalmente no acudiré, si bien iba a hacerlo en un principio pero solo por acompañar a un amigo que estaba interesado en ir para ver lo que allí se va a exponer y, de paso, intentar hacerse con cierto material que anda buscando. Pero dado que no va a poder ir por tener que atender otros compromisos, su ausencia me libera a su vez a mí de una visita que, en otras condiciones, no estaba ni estoy dispuesto a llevar a cabo.
Eso significa que este año (y por supuesto los siguientes) no veré nada de lo que sus organizadores planeen mostrar a los asistentes. Pero si sentís cierta curiosidad por saber cómo será, tal vez mi crónica de la visita a la edición del año pasado, la última que disfruté en cierta medida y que pienso hacer de esta índole, os sirva para haceros una idea aproximada dado que, a tenor de lo anunciado, no parece que la de este sábado vaya a ser muy diferente.
Ya no hay ganas de volver a ver lo ya visto mil veces
Habrá quienes objeten que siempre es interesante pasarse por estos sitios y observar (e incluso comprar) algo de todo aquello que los más veteranos conocimos hace ya tanto tiempo y que aún continúa en uso por parte de los más nostálgicos, que siguen viendo en este material una fuente inagotable de diversión. Pero yo ya he visto y jugado muchísimo todo cuanto pudo interesarme en su momento o posteriormente y que a partir de ahora ya no será más que un recuerdo. Uno bueno, eso sí, pero un recuerdo al fin y al cabo.
De este modo, y al igual que ya hice con todo lo relacionado con la emulación de juegos y sistemas de épocas pasadas, también aparto ahora mi mirada y atención del material original. A día de hoy considero que consolas, ordenadores, máquinas arcade y, evidentemente, juegos de épocas pasadas ya no forman parte de mi vida como jugador, y es por eso que me toca pasar de largo por eventos como RetroAlacant en los que, por mi actual manera de ver y disfrutar esta afición, tengo claro que ya no pinto nada.